2/05/2017 - Valenciaplaza. Dani Valero.
VALÈNCIA. El socialista Vicent
Sarrià, concejal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València, camina
hacia la segunda mitad de la legislatura con la esperanza de resolver uno de
los asuntos más complejos del área que dirige: el proyecto urbanístico y
ferroviario del Parque Central que ha de soterrar las vías del tren en la
ciudad y dotarla de un importante núcleo verde ajardinado. El Ministerio de
Fomento trató de adelgazar significativamente esta millonaria inversión, a lo
que el consistorio replicó con una propuesta de división de la actuación en
varias fases para tratar de mantenerla a salvo y lograr su pronta puesta en
marcha. Todo para poner fin a lo que considera "el Muro de Berlín" de
València: las vías del tren en superficie que, a nivel urbanístico, dividen la
ciudad. Sobre esta y otras cuestiones reflexiona el dirigente en esta
entrevista concedida a Valencia Plaza.
-¿Cuál es el minuto y resultado del
Parque Central?
-Desde el inicio de la legislatura
hemos hecho un gran esfuerzo por desbloquear la paralización existente, fruto
de la marginación del Ministerio de Fomento. Como se recordará, el Gobierno
optó en la anterior legislatura por desdecirse de todos los compromisos que se
habían adquirido en cuanto a la remodelación de la red arterial ferroviaria de
Valencia y transformó la actuación en una mera cuestión urbanística. Nosotros,
en vista de que se trataba de un problema de costes y de plazos, al inicio de
la legislatura mantuvimos reuniones con la entonces ministra Ana Pastor con el
objetivo de hallar alternativas a la ejecución del proyecto original -que no es
solo un parque, es una actuación esencial para hacer viable el Corredor
Mediterráneo, porque el actual túnel de Serrería va a entrar en colapso en
cualquier momento por su falta de capacidad y eso obliga a habilitar el túnel
pasante desde el norte de la ciudad hasta el centro cuanto antes para asumir el
tráfico de pasajeros.
-Pero Fomento no Parece estar muy por la labor de construirlo...
-El año pasado el Gobierno proponía
una alternativa en la que volvía a reconocer la necesidad de ese túnel pasante,
pero en la que planteaba la necesidad de -en vez de ejecutar la propuesta
original del convenio, la que contempla el túnel pasante, la estación diseñada
por Portela y el soterramiento del canal de acceso sur a la Estación del Norte
de la Avenida García Lorca- optar por una fórmula más económica en la que el
canal de acceso fuera de un solo nivel en lugar de tener dos, una estación
contra-apeada en una segunda fase y desarrollar el eje pasante del norte ya en una
tercera fase. Entonces se estableció una comisión ejecutiva y una comisión
técnica para valorar las distintas alternativas y recientemente hemos llegado a
la conclusión de que la mejor opción que podríamos aceptar -más allá de la
original, que sería la ideal- sería ejecutar en dos fases el proyecto.
En una primera fase se ejecutaría el
canal de acceso sur a la Estación del Norte, lo que permitiría solventar y
ejecutar la Avenida García Lorca, donde actualmente las vías del tren dividen
la ciudad en dos; y en una segunda fase se harían la estación de Portela del
proyecto original y el túnel pasante desde el norte de la ciudad hasta el
centro. Obviamente estamos hablando de alternativas técnicas. Después
tendríamos que ponernos de acuerdo sobre la financiación, que debería ser
asumida en su mayoría por Fomento por tratarse de una operación ferroviaria.
Estamos pendientes de la convocatoria del consejo de financiación por parte del
nuevo ministro para tratar de validar esa alternativa y marcar unos plazos de ejecución.
-¿Confía en que acepten su propuesta de ejecutar el proyecto en dos fases?
-Desde el Ayuntamiento hemos
intentado mantener desde el principio una actitud positiva, tender nuestra mano
para encontrar las soluciones necesarias y poder ejecutar una obra que es
imprescindible para el Corredor Mediterráneo y que tendría una importante
consecuencia para la ciudad, que sería superar el Muro de Berlín que son las
vías del tren para Valencia en toda su vertiente sur y que suponen una brecha
inasumible desde el punto de vista urbano.
-¿Estará este año la parte del parque de Malilla y Ruzafa?
-Es la intención. Estamos ejecutando
la fase 1A, la parte del parque que recae en Malilla y en Ruzafa y que ya es
visible para los ciudadanos que se acerquen. Nosotros la cuestionamos en su
momento por responder a la reformulación que se hizo ante la nula voluntad de
Fomento de ejecutar la parte ferroviaria. Pero supone el 40% del parque y
también hay que desarrollarla. Previsiblemente a final de este año estará
completada, gracias al esfuerzo financiero del Ayuntamiento. Antes de verano
procederemos a la plantación de especies vegetales.
-¿Cómo avanza la reforma del PGOU para legislar los apartamentos
turísticos? ¿Tienen ya un modelo definido sobre cómo se quiere regular?
-En estos momentos la delegación de
economía que dirige Sandra Gómez está haciendo un trabajo de diagnosis
fundamental para conocer realmente el alcance de lo que supone el fenómeno de
los apartamentos turísticos en València, y estamos esperando a conocer las
conclusiones para realizar las modificaciones que haya que realizar en función
de un análisis real y riguroso. Estamos ante un fenómeno nuevo que hay que
estudiar en profundidad.
-Se estaba haciendo un mapa para saber cuántos apartamentos había por
barrio. ¿Cuáles son los más saturados? ¿Se limitarán los apartamenos según la
saturación de cada zona?
-Es uno de los factores a tener en
cuenta, aunque no el único. Todos los aspectos que forman parte del estudio
serán relevantes a la hora de tomar una decisión. La voluntad del Gobierno
municipal es hacer compatible la regulación de los apartamentos turísticos que
actualmente están fuera del marco legal, y hacerlo respetando las zonas
residenciales y los derechos de los residentes.
-¿No teme que eliminar las pasarelas de la Av. del Cid se interprete como
una actuación contra el coche que tampoco beneficia tanto al peatón?
-Las pasarelas nacen en una época de
eclosión del vehículo privado, en la que se diseñaban las vías para acudir lo
más rápido posible a cualquier parte y se deshumanizaban las ciudades. Es una
cuestión que llevábamos en el programa electoral y que forma parte del concepto
de movilidad sostenible que están aplicando la mayor parte de las ciudades de
nuestro rango. No se trata de ir contra el coche, se trata de recuperar el
espacio público, de que las calles sean calles y no autopistas. El caso de la
Avenida del Cid, como lo será en el futuro la Avenida Ausias March, estamos
ante auténticas autopistas urbanas. Además es una vía de penetración hacia el
centro que concluye en un embudo. La tendencia es calmar el tráfico y recuperar
la normalidad en los movimientos peatonales, y en la Avenida del Cid esto pasa
por eliminar las pasarelas. Además, cabe subrayar que tienen un tráfico muy
reducido -como puede observar cualquiera-, y que son del año 70 y están muy
deterioradas, de modo que prácticamente deberíamos hacerlas de nuevo si no las
retiramos.
-¿De verdad los vecinos de Nazaret van a tener una playa?
-Los vecinos de Nazaret van a tener
una solución a un problema que se arrastra desde los años 90, tras años de
desidia municipal a la hora de ejercer la suficiente presión sobre el puerto
para que se cumpliera el convenio firmado en 1985 y así compensar la ampliación
realizada a costa del barrio. Ha sido un proceso difícil, pero el Puerto ha
comprendido que tenía que mantener una buena vecindad con lo que tiene al otro
lado de la valla. Se ha conseguido mucho más de lo que se planteaba en la
anterior legislatura. El acuerdo contempla que se trabaje por fases. La zona
contará con un parque de cabecera, y en ese parque de cabecera es donde tenemos
la intención de que, a través del diseño, se incorpore de alguna manera el
pasado marítimo de Nazaret. Cómo se materializará, lógicamente, se decidirá en
el proyecto. Podría ser mediante una playa urbana o recurriendo a deportes
náuticos.
-¿Y metro?
¿Tendrán servicio algún día en el barrio o deben olvidarse para siempre del
proyecto de la T2?
-Nuestra voluntad es que el gobierno de la Generalitat -siendo
conscientes de la realidad económica que ha heredado el Consell- busque
fórmulas para poner en funcionamiento la parte más viable, que es el tramo de
infraestructura entre Nazaret y la calle Alicante en el que la obra está hecha.
Queremos buscar soluciones en el plazo de tiempo más corto posible y en función
de la disponibilidad presupuestaria. La estimación para su puesta en
funcionamiento es de entre 120 y 140 millones de euros. No es fácil lograrlo
dada la situación financiera, pero hay voluntad política para lograrlo, al
menos para encontrar una solución durante esta legislatura que permita abordar
el proyecto.
-¿Podría hacer
algo más la Generalitat para reactivar este proyecto?
-Ha voluntad política, y
nos consta por parte del Presidente de la Generalitat que se van a estudiar las
fórmulas para hacer viable la puesta en funcionamiento de ese tramo. Otra cosa
es la disponibilidad presupuestaria que exista...
-¿Cómo es la
relación con la concejal María Oliver tras el choque por la propuesta de
la Universidad Europea para instalarse en el Cabanyal?
-Más que un choque de
posturas lo que hubo fue enfoques distintos -pero complementarios- sobre esta
inversión. Lo que planteó la Universidad Europea fue ubicarse en unos suelos
que en estos momentos son municipales o de la sociedad Plan Cabanyal. En
principio a nosotros nos parecía una propuesta interesante, y la opción que
veíamos más adecuada era la de permutar suelo por unos terrenos en la
Malvarrosa. Desde el área de patrimonio se planteó estudiar otras fórmulas que
a día de hoy no se han concretado. Ellos la están valorando todavía.
-Se le ha criticado
por impulsar los cambios en la avenida de Aragón o en el barrio de Patraix sin
consultar a Movilidad. Y viceversa: a Giuseppe Grezzi se le acusa de actuar sin
consensuar con sus socios…
-Por razones obvias la
colaboración es constante e inevitable entre las concejalías de Desarrollo
Urbano y Movilidad. La tónica general es de colaboración y cooperación, como no
podría ser de otra manera. El caso de Aragón fue un falso caso. La actuación
que se hizo afectaba a muy pocas plazas de aparcamiento. Desde algunos ámbitos
se quiso magnificar lo que era una acción muy puntual. En general la relación
es buena.
-¿En qué
situación ve al PSPV en la ciudad? ¿Le preocupa que la visibilidad de su
partido sea mucho menor que la de Compromís por el hecho de que ostenta la
alcaldía de València?
-Visibilidades aparte,
independientemente de que nos habría gustado obtener un mayor respaldo
electoral, lo que era obvio es que la mayoría de la ciudadanía había apostado
por un cambio de época. Nosotros, con generosidad, decidimos apoyarlo y aportar
lo mejor de nuestra experiencia como partido de gobierno. Esto es más que una
cuestión electoral, es la voluntad de cambiar las cosas de forma solidaria con
los compañeros de Compromís y València en Comú. Yo
creo que estamos haciendo un trabajo muy importante, y es verdad que hay veces
que nos gustaría que ese trabajo tuviera más visibilidad -algo en lo que tienen
mucho que ver los medios de comunicación-. Pero no es lo que más nos
preocupa. Lo que más nos preocupa es poner a València en una senda distinta.
-¿Susana Díaz,
Pedro Sánchez o Patxi López?
-Yo creo que en estos
momentos la persona que reúne mejores cualidades para dirigir el partido
después de una fase difícil y de unos resultados electorales que no han
permitido al PSOE conformarse como alternativa de gobierno es Susana Díaz.
Tiene experiencia de gobierno, viene de haber ganado las elecciones, de haber
demostrado capacidad para conectar con el electorado, pero además es una
persona que responde a los clásicos valores socialistas. Creo que es la persona
que mejor puede cohesionar al partido y volver a ponerlo en la senda de ganar
las elecciones.
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